El 27 de octubre de 1875, el Señor dijo a la santa del Corazón de Jesús ya en gloria, Margarita María de Alacoque, ante la mística Marie Julie Jahenny: Abre tu corazón y muestra la gracia que Yo he puesto en un corazón tan tiernamente amado. Y Margarita María en su gloria se acerca a Jesús, se descubre su corazón y aparece una bella flor, tan bella que yo apenas podía mirarla de tan pura que era. De ella manaban gracias. En el medio había un texto. Nuestro Señor decía:
De mi Divino Corazón va a salir el triunfo de Francia y la salud de la Santa Iglesia. Bajo el cáliz de esta flor había otro escrito. Yo leí: El triunfo está muy próximo y el perfume de mi Divino Corazón ha extendido el rosal de la misericordia sobre la tierra de Francia.
He aquí la promesa que ha de cumplirse, la promesa que He confiado a Margarita María. Tras largos años, Yo había prometido el triunfo de Francia por medio de mi Sagrado Corazón. Yo he querido someter al pueblo gfracés a la devoción al Sagrado Corazón. Margarita María , mi servidora, mi promesa se ha cumplido. La devoción se ha extendido por tu medio, por doquier. Es pues mi vez de realizar esta palabra profética. Por esta promesa y por el amor a esta devoción, más extendida en Francia que en otros lugares, Yo doy en recompensa la salud de Francia y el triunfo de la Iglesia. La Santa Iglesia brillará por su fe y su amor y reinará. Francia conservará siempre la fe, reinará, en triunfo hasta el fin de los tiempos. Yo te mostraré aún una gracia más bella y consoladora, a tí, mi esposa.
Pero antes del triunfo advierto: prepara tu corazón para recibir terribles amenazas. Yo te daré la fuerza y el coraje de soportarlas. Es necesario que puesto que compartes la Justicia de mi Divino Corazón compartas también mi Amor. Es erl momento más terrible para Francia. este momento de tristeza precedrá al de la alegría y la esperanza.
Nuestro Señor desapareción, Margarita María le siguió bendiciéndonos a todos.
Y tiempo después de nuevo el Señor:
(El Señor): Yo había advertido a Margarita María en una de mis revelaciones que cuando la devoción a mi Divino Corazón fuera extendida por toda la tierra de Francia y más allá, que la caridad sería barrida de la tierra, que mi Corazón sería ultrajado y que el mal sería hecho por casi todos (los hombres) aquí abajo. Entonces Yo descenderé sobre la tierra como mi Amor y mi Justicia. Separaré a los pecadores y a mis amigos. A los unos Yo daré mi Justicia, a los otros, mi Amor. Que este secreto sea conocido, dijo Jesús.
De mi Divino Corazón va a salir el triunfo de Francia y la salud de la Santa Iglesia. Bajo el cáliz de esta flor había otro escrito. Yo leí: El triunfo está muy próximo y el perfume de mi Divino Corazón ha extendido el rosal de la misericordia sobre la tierra de Francia.
He aquí la promesa que ha de cumplirse, la promesa que He confiado a Margarita María. Tras largos años, Yo había prometido el triunfo de Francia por medio de mi Sagrado Corazón. Yo he querido someter al pueblo gfracés a la devoción al Sagrado Corazón. Margarita María , mi servidora, mi promesa se ha cumplido. La devoción se ha extendido por tu medio, por doquier. Es pues mi vez de realizar esta palabra profética. Por esta promesa y por el amor a esta devoción, más extendida en Francia que en otros lugares, Yo doy en recompensa la salud de Francia y el triunfo de la Iglesia. La Santa Iglesia brillará por su fe y su amor y reinará. Francia conservará siempre la fe, reinará, en triunfo hasta el fin de los tiempos. Yo te mostraré aún una gracia más bella y consoladora, a tí, mi esposa.
Pero antes del triunfo advierto: prepara tu corazón para recibir terribles amenazas. Yo te daré la fuerza y el coraje de soportarlas. Es necesario que puesto que compartes la Justicia de mi Divino Corazón compartas también mi Amor. Es erl momento más terrible para Francia. este momento de tristeza precedrá al de la alegría y la esperanza.
Nuestro Señor desapareció, Margarita María le siguió bendiciéndonos a todos.
Y tiempo después de nuevo el Señor:
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