Eliminacion de cementerios religiosos. La suma impiedad.

Camino al purgatorio (Photo credit: fusky)

Se extiende la práctica del cementerio "aconfesional" en pueblos, que implica la supresión del cementerio religioso. Impiden en los nuevos cementerios todo símbolo religioso y una total uniformidad en las lápidas. Fomentan la incineracion proveyendo al nuevo cementerio de un espacio desde el que lanzar las cenizas, ninguna necesidad de subir a una montaña o ir a alta mar. No se ve ninguna reacción de los obispos.

El laicismo -metido en partidos incluso de tradición religiosa- no contento con dominar la educación, con invertir los matrimonios, quiere ocupar el espacio de los muertos, es decir, totalitarismo en toda regla, que como su nombre indica quiere tener una proyección total sobre la sociedad y lo que es el colmo sobre la vida de ultratumba, aunque la niega, hace todo lo posible por ocultar su trascendencia.

Quiere negar a los muertos el recuerdo de los vivos, quitados de enmedio y rápido, para qué recordarlos, si no hay vida más allá de la vida. Que no gocen de sufragios, que los vivos no se humanicen por el pensamiento de los que se fueron, que los modernos sean inferiores, infinitamente inferiores, a los antigos llamados salvajes que vivían en cavernas y que profesaban la devoción por sus difuntos, como esencial en su vivencia religiosa (aunque ciertamente con excesos que solo la fe cristiana podía remediar, poniendo la memoria de los difuntos en sus justos términos mediante el sistema de oraciones y sufragios).

Es satanismo elemental desde luego, aunque disfrazado para ser acepto como estética, equilibrio, igualdad. Negar a los muertos la protección del espacio sagrado, que suaviza sus penas de purgatorio. Suma impiedad quitar todo esto a los difuntos y a los vivos. Cultura de la muerte eterna. Y todo desde partidos que dicen ser civiles y se meten en la religión para anularla. Que se preparen los que todo eso hacen, los de la suma impiedad, aunque personalmente lo hagan a tontas y a locas, como ciegos y sordos a lo espiritual, acumularán a su purgatorio las penas inmensas de todo el bien espiritual que han quitado, las cargas que han sumado a los que los precedieron en la muerte y la irreligión con deshumanizaciónque extendieron entre los vivos. Si superan lo que hacen y lo que les espera irían rápidamente a buscar velas y entrar en la primera iglesia que encontraran, iniciando un largo período de arrepentimiento, dimitiendo de todo lo que hacen.