Relato de la última profecía sobre Méjico. Tuvo
lugar, en el éxtasis luminoso de una religiosa probada en virtud. Con
una sencillez maravillosa, la religiosa mejicana de vida contemplativa,
me lo contaba bajo el mandato de su Superior Religioso. La obediencia
le hacía hablar para trasmitir los mensajes. El
día uno de noviembre de 1958, estando esta Madre con un grupo de
religiosas, tuvo que abandonarlas. Su alma y su mente empezaban a
trasvolar, barruntando la llamada de Dios. La urgían dolorosamente para
el coloquio y el mensaje. Eran las diez de la mañana. Salió
a la habitación contigua. No pudo más y cayó transida de sollozos
sobre el pupitre de la mesa de estudio. Su alma tuvo una bilocación
tripartita, la monja llegó a tres lugares diferentes del cielo, en tres
vuelos sucesivos. El cuerpo de la religiosa, estaba sobre el pupitre
abandonado a los sollozos, al dolor y al horror del mundo, que ella
contemplaba pasar. Más bien, ella asistía con su alma bilocada a los
cuadros dantescos, del mundo incendiado y destruido. Contemplo,
entonces, un mundo cósmico, lleno de horror y de fuego. Cruzaban el
espacio gigantescas centellas y un potente fuego misterioso. Ese fuego
universal, invadía la tierra, bajado desde el cielo. En el lenguaje de imágenes y de locuciones secretas, la dijeron: "HE AHÍ, EL CASTIGO DEL MUNDO SE EXTENDERÁ SOBRE AMÉRICA Y SOBRE MÉJICO". Un Cristo grande, se interponía sobre el mundo en llamas. El Cristo dijo a la Madre vidente: "¡HA LLEGADO LA HORA DEL IMPERIO DE LA CRUZ! ¡HA LLEGADO EL IMPERIO DE LA CRUZ!" La monja dialogaba con Cristo: - ¿Señor, qué es el imperio de la Cruz? Se quejaba amorosamente Cristo: -
"Comprended la Cruz, para que estos castigos, no os sorprendan
descreídos ni desesperados. Hay que salvar el mayor número de almas. Hay
que avisar a todos. Pero serán muchos los incrédulos y los escépticos. "HA LLEGADO YA EL CASTIGO. SE ESTA LLEGANDO". La
vidente mejicana, cuyo nombre tengo que guardar, vio entonces sobre
Méjico en llamas, a la Virgen de Guadalupe. Se interponía en el castigo.
Le decía, maravillosamente triste, a la monja: -"DI A MIS MEJICANOS QUE ESTOY CON ELLOS. YO ESTOY CON ELLOS EN MEDIO DE LA PRUEBA". Luego, llegará la prueba, que para nosotros tendrá tal vez menos rigor, gracias a la intervención de la Virgen de Guadalupe. Llega la Cruz para redimirnos, bajo la forma de gigantesca purga, a base del fuego y de cataclismos insospechados. Es
la hora de amar la Cruz, de disponernos al sacrificio, a renunciar a
muchas cosas lícitas e ilícitas, de amar lo que hemos olvidado. Llega la hora DEL IMPERIO DE LAS CATÁSTROFES Y DE LOS SISMOS ATÓMICOS. Sólo por la Cruz, se llega a la Luz de la Inmensa Amanecida, y a la Nueva Primavera de Méjico. Esta profecía, concuerda con la de Teresa Neumann sobre Méjico. Varios
años, después de la primera Guerra Mundial, estando en Roma, fue
invitado, el canónigo de Queretaro, don Pedro Vera y Zuria, para sumarse
a la Comisión Pontificia, que partía a una aldea de Alemania. Se
trataba de fallar científicamente sobre la estigmatizada famosa. La
Comisión fue seleccionada en el Vaticano, y llevaba eminentes
personalidades de varias naciones. Llegaron
a presencia de Teresa Neumann un viernes. Aquel viernes había caído en
éxtasis. El canónigo queretano, con las grandes eminencias,
contemplaba, aquella carne congelada y fresca, pre presenciaba lejanos
vaticinios y visiones maravillosas. Teresa Neumann, en éxtasis lloraba
lágrimas de sangre. La Comisión Pontificia, bajo la presión de la
obediencia, obligaba a Teresa a que dijera, en el éxtasis, lo que veía
de las naciones. Le preguntaban en francés. Ella respondía con un exquisito acento parisino. -Francia será abatida de nuevo... Los alemanes se interesaban, también por sus designios. Les contestaba en alemán, hablándoles de Dunquerque y de la Derrota... Alemania perderá la guerra... Después volverá a Dios... El futuro arzobispo de Puebla, sintió la llama de su Patria. Su vocecilla de mejicano castizo, le preguntaba en el éxtasis: -Teresita... no has dicho nada de mi Patria. ¿Qué será de Méjico? La vidente estigmatizada, cambió en risueñas complacencias, su rostro dramático, al oír el nombre de Méjico. Aquel castellano de la vidente de Kennersreuth, le supo a cielo, al futuro obispo de Puebla: -"MÉJICO, SERÁ UNA DE LAS NACIONES MENOS CASTIGADAS, PORQUE ESTA DEBAJO DEL MANTO DE LA VIRGEN".
Profecías sobre Méjico (4)
Relato la última profecía sobre Méjico.Tuvo lugar, en el éxtasis luminoso de una religiosa probada en virtud. Con una sencillez maravillosa, la religiosa mejicana de vida contemplativa, me lo contaba bajo el mandato de su Superior Religioso. La obediencia le hacía hablar para trasmitir los mensajes.
El día uno de noviembre de 1958, estando esta Madre con un grupo de religiosas, tuvo que abandonarlas. Su alma y su mente empezaban a trasvolar, barruntando la llamada de Dios. La urgían dolorosamente para el coloquio y el mensaje. Eran las diez de la mañana.
Salió a la habitación contigua. No pudo más y cayó transida de sollozos sobre el pupitre de la mesa de estudio. Su alma tuvo una bilocación tripartita, la monja llegó a tres lugares diferentes del cielo, en tres vuelos sucesivos. El cuerpo de la religiosa, estaba sobre el pupitre abandonado a los sollozos, al dolor y al horror del mundo, que ella contemplaba pasar. Más bien, ella asistía con su alma bilocada a los cuadros dantescos, del mundo incendiado y destruido.
Contemplo, entonces, un mundo cósmico, lleno de horror y de fuego. Cruzaban el espacio gigantescas centellas y un potente fuego misterioso. Ese fuego universal, invadía la tierra, bajado desde el cielo.
En el lenguaje de imágenes y de locuciones secretas, la dijeron:
"HE AHÍ, EL CASTIGO DEL MUNDO SE EXTENDERÁ SOBRE AMÉRICA Y SOBRE MÉJICO".
Un Cristo grande, se interponía sobre el mundo en llamas. El Cristo dijo a la Madre vidente:
"¡HA LLEGADO LA HORA DEL IMPERIO DE LA CRUZ! ¡HA LLEGADO EL IMPERIO DE LA CRUZ!"
La monja dialogaba con Cristo:
- ¿Señor, qué es el imperio de la Cruz?
Se quejaba amorosamente Cristo:
- "Comprended la Cruz, para que estos castigos, no os sorprendan descreídos ni desesperados. Hay que salvar el mayor número de almas. Hay que avisar a todos.
Pero serán muchos los incrédulos y los escépticos. "HA LLEGADO YA EL CASTIGO. SE ESTA LLEGANDO".
La vidente mejicana, cuyo nombre tengo que guardar, vio entonces sobre Méjico en llamas, a la Virgen de Guadalupe. Se interponía en el castigo. Le decía, maravillosamente triste, a la monja:
-"DI A MIS MEJICANOS QUE ESTOY CON ELLOS. YO ESTOY CON ELLOS EN MEDIO DE LA PRUEBA".
Luego, llegará la prueba, que para nosotros tendrá tal vez menos rigor, gracias a la intervención de la Virgen de Guadalupe.
Llega la Cruz para redimirnos, bajo la forma de gigantesca purga, a base del fuego y de cataclismos insospechados.
Es la hora de amar la Cruz, de disponernos al sacrificio, a renunciar a muchas cosas lícitas e ilícitas, de amar lo que hemos olvidado.
Llega la hora DEL IMPERIO DE LAS CATÁSTROFES Y DE LOS SISMOS ATÓMICOS.
Sólo por la Cruz, se llega a la Luz de la Inmensa Amanecida, y a la Nueva Primavera de Méjico.
Esta profecía, concuerda con la de Teresa Neumann sobre Méjico.
Varios años, después de la primera Guerra Mundial, estando en Roma, fue invitado, el canónigo de Queretaro, don Pedro Vera y Zuria, para sumarse a la Comisión Pontificia, que partía a una aldea de Alemania.
Se trataba de fallar científicamente sobre la estigmatizada famosa. La Comisión fue seleccionada en el Vaticano, y llevaba eminentes personalidades de varias naciones.
Llegaron a presencia de Teresa Neumann un viernes. Aquel viernes había caído en éxtasis. El canónigo queretano, con las grandes eminencias, contemplaba, aquella carne congelada y fresca, pre presenciaba lejanos vaticinios y visiones maravillosas. Teresa Neumann, en éxtasis lloraba lágrimas de sangre. La Comisión Pontificia, bajo la presión de la obediencia, obligaba a Teresa a que dijera, en el éxtasis, lo que veía de las naciones.
Le preguntaban en francés. Ella respondía con un exquisito acento parisino.
-Francia será abatida de nuevo...
Los alemanes se interesaban, también por sus designios. Les contestaba en alemán, hablándoles de Dunquerque y de la Derrota...
Alemania perderá la guerra... Después volverá a Dios...
El futuro arzobispo de Puebla, sintió la llama de su Patria. Su vocecilla de mejicano castizo, le preguntaba en el éxtasis:
-Teresita... no has dicho nada de mi Patria. ¿Qué será de Méjico?
La vidente estigmatizada, cambió en risueñas complacencias, su rostro dramático, al oír el nombre de Méjico.
Aquel castellano de la vidente de Kennersreuth, le supo a cielo, al futuro obispo de Puebla:
-"MÉJICO, SERÁ UNA DE LAS NACIONES MENOS CASTIGADAS, PORQUE ESTA DEBAJO DEL MANTO DE LA VIRGEN".
Ricardo Rasines Uriarte
1960... y el fin del mundo.
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