La cultura sobre ocultismo destaca sus facetas privadas, por ejemplo, los casos que se difunden sobre la práctica de la ouija, sesiones espiritistas y los exorcismos, generalmente si tienen resultado de muerte. En la cultura católica se destaca sobre todo el exorcismo frente a las manifestaciones demoníacas, todo ello siempre dentro de episodios puntuales. Está también la práctica adivinatoria que igualmente aparece siempre en relación con personas en particular, aun cuando haya una práctica espectáculo por adivinos que llena teatros.
Así es difícil establecer una relación entre lo público, territorio de lo político y lo que parecen estas prácticas normalmente secretas e intimistas. Por ser extremos, de un lado lo público y de otro, lo secreto parece que no pueden tener relación, al menos en la opinión pública común.
Pero el ocultismo se imbrica fuertemente con la política.
En general todas las ideologías de los últimos siglos han surgido de entornos con un fuerte peso ocultista, y ello sin distinción de espectros ideológicos.
Nos fijaremos en la ideología nazi. Generalmente se la analiza dentro de unos esquemas de razonamiento, como "política", como opción de extrema-derecha. Sin embargo es incomprensible sin apelar a las influencias ocultistas, con estos elementos a destacar:
- No es una ideología que sin más predicaba una raza superior. Los nazis, sus jerarcas, consideraban que habían existido los atlantes, la Atlántida, y que ellos, la raza aria descendía de aquellos superhombres, algunos de cuyos sacerdotes se habían salvado navegando hasta la India y refugiándose en el Himalaya. Aunque hoy denostamos el racismo, sus bases legendarias siguen estando presentes más que nunca. Y las prácticas eugenésicas siguen en pie, si bien de forma mucho más discreta y quitando tensión dramática. Los nazis tenían al principio un sistema de exterminio individualizado, medicalizado, por el que eliminaron a unas 400 mil personas deficientes. La eugenesia medicalizada es hoy una gran industria, que sirve no sólo a personas particulares, embarazadas y sus parientes, sino que es parte de un culto de mejora de la humanidad. Aborto y el exterminio de mayores son considerados dentro del necesario avance de la humanidad.
- Querían devolver al presente a los viejos dioses o demonios, desde luego eliminando al cristianismo (aunque se aliaran tácticamente con algunos cristianos). La svástica, o la cruz solar, las letras rúnicas, toda clase de símbolos tenían un valor de reintroducción de las viejas prácticas paganas. Y éstas exigían sacrificios humanos. Los campos de exterminio eran en el fondo grandes altares de inmolación de la humanidad a los dioses-demonios, Odín, Tor, etc.
- Los más satánicamente espirituales entre los jefes nazis se consideraban a sí mismos continuidad de los caballeros medievales (de hecho al principio organizaban desfiles a caballo y con armadura) considerándose una orden de caballería en la línea de los caballeros teutones, que tenían aquel lema ambiguo de "A Dios rogando y con el mazo dando", que hoy seguimos usando sin ser conscientes de lo que significa de verdad.
- Las decisiones sobre fechas se tomaban siempre mediando oráculos. Creían firmemente en ellos y eso sólo podía tener una causa y es que tenían que haber comprobado repetidamente la eficacia de los oráculos en los años anteriores. El episodio individual que se considera más irracional de la segunda guerra mundial fue el viaje de Hess, ayudante de Hitler a Escocia en una avioneta, supuestamente para hablar con el duque de Lancaster; aquello fue provocado por un sueño que contaron a Hess en el que se le veía dentro de un castillo escocés y que de ahí saldría la paz final entre Inglaterra y Alemania. Hess creyó a pies juntillas la interpretación literal del sueño (que generalmente es equivocada) y allá se fue, tenía que estar muy convencido para hacer semejante locura. Lo que pasó es ya historia, Hess sí que estuvo en un castillo para el resto de su vida, en Spandau, gobernado por británicos, y habría paz entre Inglaterra y Alemania, pero tras el fin de la guerra.
El episodio provocó una vendetta de videntes en Alemania, muchos fueron ejecutados, excepto los protegidos de algunos jerarcas, como lo fue Otto Rahn. Trae esto el recuerdo de episodios bíblicos en los que reyes asirios masacraron a sus adivinos en ocasión de haber sido vencidos por los profetas judíos.
Aunque se considera que el nazismo estará allí donde haya un partido que se llame nazi, en realidad, el núcleo del nazismo queda en pie sin ninguna necesidad de partidos nazis, es una ideología que quiere llegar a fabricar el superhombre, que exterminará a los débiles inadecuados, que tiene intacto el valor de la teosofía y donde los políticos acuden a los adivinos, contactando con demonios que les dirán algunas verdades, avalando su éxito para ser creíbles, para luego conducir a esos políticos a políticas devastadoras más tarde o más temprano.
Los nazis, los estalinistas, democracias diversas, coinciden en su penetración por el ocultismo. Incluso en la iglesia católica hay corrientes que nacen del impulso ocultista, que empujan al extatismo, conectado perfectamente con la religión hindú, junto con el paganismo ancestral europeo la gran inspiración sincrética del nazismo. La nueva era no es más que eso, una hibridación de todos los grandes temas del misterio, que necesariamente confluye en la elaboración de una agenda política, todo lo secreta que se quiera pero que aspira al dominio-demonio de lo público, al dominio de este mundo.
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