Los dos fines del mundo. Ante los debates sobre el milenarismo.

El Apocalipsis explicado, ante los debates sobre el milenarismo.

De los mensajes a Verónica Lueken, Bayside, en 1979:

"Has seguido bien mis instrucciones para leer los escritos del buen Juan, San Juan, como deseo que sea conocido en la tierra. El Padre lo usó como un instrumento para darte el conocimiento de los últimos días. Yo te explicaré la parte, hija Mía, que más te desconcertó.
Todos los escritos están en forma simbólica, pero si pides al Espíritu la luz, tu mente se abrirá a la verdad. Aprende que habrá dos fases en el cierre del Libro del Apocalipsis escrito por San Juan, el buen Juan, en pergamino.
  "Habrá una gran prueba y castigo, tribulación en la Casa de Dios, las casas de Dios en todo el mundo y en la vida del ser humano. La lucha será una guerra de espíritus. Las páginas de los tiempos apocalípticos deben desplegarse. Todos los que permanezcan después de este tiempo de gran prueba se unirán a Mi Hijo para establecer el Reino que les prometí, el tiempo de la gran paz. Solo estará con vosotros esta gran paz prometida, con el regreso, la Segunda venida de mi hijo, Jesús.
 "Después de la gran tribulación, el número de los queden se contará en unos pocos. Se unirán a Mi Hijo y continuarán con una vida de gran alegría y gloria como estaba planeado al principio por el Padre. Satanás no tentará a nadie más hasta el tiempo asignado a él antes del gran y final juicio.
 "Satanás estará encadenado, hija Mía, por varios años terrestres. Ya no vagará para tentar a la humanidad. Mi Hijo será el Gobernante sobre la tierra; y luego de este tiempo, Satanás será desatado nuevamente para tentar a la humanidad, ya que el hombre volverá de nuevo a su naturaleza humana y se encontrará ofendiendo al Padre y pecando una vez más.
 "Luego vendrá el juicio final general sobre la humanidad, el fin de los tiempos. Será en este momento cuando vendrá sobre vosotros un Cielo nuevo y una tierra nueva: la nueva Jerusalén prometida desde el principio de los tiempos por el Padre.
 "Tu espíritu volverá a tu cuerpo. Unidos serán el cuerpo y el alma. Y como tal, serás juzgado.
 "Esto, hija Mía, te da un conocimiento condensado de lo que hay en las páginas que te pedí leer.
  "Debes, hija Mía, despertar a tus hermanos y hermanas al hecho de que los días venideros han estado en el plan del Padre, son conocidos de Él, ya que Él conoce todo el pasado, el futuro y el presente.
 "Lee el Libro del amor y la vida, tu Biblia. No descartéis estos días apocalípticos, hijos míos. Intenta desentrañar estos símbolos y secretos. No son difíciles. Escondido dentro de las páginas, encontrarás la historia completa de los días por venir. Sin embargo, las páginas se abrirán sólo cuando la humanidad lo considere, lenta o rápidamente. En la actualidad, hija Mía, es como si un gran viento hubiera tomado el Libro y lo hubiera agitado, y las páginas están pasando más y más rápido, llevando al hombre más rápido al final de su tiempo.

"No tengas miedo, hija Mía, de repetir todo lo que te he dado a conocer. Te llamarán profeta de catástrofes. Ah, pero, hija Mía, qué triste será cuando reconozcan todo lo que se les dio, el conocimiento que eligieron dejar a un lado, cuidando más las cosas de su mundo que las alegrías y los tesoros del Cielo que nunca pueden ser despojados o eliminados. Una vida eterna con felicidad y gloria descartada por los placeres del mundo de satanás ¡Oh, hijos Míos, no es de extrañar que caigan Mis lágrimas! Caen como lágrimas del Cielo. ¡Soy verdaderamente una Madre de gran dolor!

 Nuestra Señora, 13 de septiembre de 1974.