4.11.12
Qué esperar en buena ciencia profética para el 21 de diciembre de 2012
Las fechas no tienen valor a priori en verdadera ciencia profética, dado que los acontecimientos faustos o infaustos dependen de la conducta de los seres humanos. No es el hado el que gobierna cielos y tierra sino Dios. Y Dios asocia el acontecer con las obras y oraciones, casi nunca de una forma rápida en nuestra valoración del tiempo, sino dando tiempo para arrepentirse, y como en Nínive, pudiendo así evitar catástrofes.
Afirmar una fecha dentro de una profecía es signo evidente de la falsidad de la profecía, porque es negar la verdad de la acción divina en términos de causa-efecto espiritual. Las fechas son cambiantes en función de lo que haga el hombre, y así no tiene ningún sentido señalar ninguna como ineluctable. Otra cosa es que ya llevemos tiempo avisados y haya como una expectación cada vez más extendida de proximidad de un cierto final, en la cual juega un papel la insistencia en la afamada fecha.
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