25.8.21

Diálogo completo de los cuatro papas que quedaban (Conchita, Garabandal)

 

Se ha referido con brevedad el famoso diálogo de la profecía de los papas en Garabandal, y nosotros mismos en otro post, pero una versión más completa es la siguiente:


No llegan ruidos a la pobre cocina donde la viuda Aniceta Gonzalez y su hija Conchita pasan la tarde. No están ellas mano sobre mano: las apremiadas mujeres de aldea saben tan poco de ociosidad como de diversiones.

—Escuche: ¡Tocan las campanas!- exclama de pronto la hija.

—Será por el papa- dice la madre

—Seguramente... Pues, jya no quedan más que tres!

Aniceta levanta sorprendida la cabeza:

—¿Qué es lo que estás diciendo?

—Lo que oye. Que ya sólo quedan tres Papas.

—¿Y de dónde sacas tú eso?

—No lo he sacado yo; me lo ha dicho la Virgen.

Puede ser que la Virgen le hablara de esto en varias ocasiones;  pero sabemos gracias a las notas  de Francisco Clapes Maymé, que  fue en la madrugada del 20 de  diciembre de 1962 cuando por primera vez se le oyó a Conchita este  sorprendente anuncio.

Aniceta reacciona con lógica:

—Entonces, ¿quiere decir que  viene ya el fin del mundo?

—La Virgen no me dijo fin del  mundo, sino “FIN DE LOS TIEMPOS”.

—¿No es lo mismo?

 — Pues no lo sé.

Por aquellos dias estaba en el  pueblo la esposa del doctor Ortiz, Paquina. Una mañana se iba  a tener en la parroquia misa de  funeral por el Papa fallecido, y las campanas empezaron a tocar a  buena hora.

Doña Paquina, Maximina, otra mujer y Conchita, después de haber rezado el Rosario en la llamada calleja se dirigen a la iglesia; y por el camino van hablando de Ia noticia del dia...

—Quizá con la muerte del Papa se acabe también el Concilio, Ppucs...

—Otro Papa vendrá y el Concilio seguirá- responde Conchita

—Bueno, que venga otro Papa no se discute; pero en cuanto al Concilio... Quizá el Papa que venga no piense como Juan XXIII.

—Otro Papa vendrá y el Concilio seguirá.

—Muy segura pareces estar de eso; pero yo no lo veo tan seguro, bien puede ocurrir de otra manera.

De vuelta a casa, Aniceta interrogo a su hija a solas:

—¿De donde sabes que solamente quedan tres Papas?

—De la Santisima Virgen. En realidad me dijo que aún vendrian cuatro Papas, pero que Ella no contaba uno de ellos.

—Pero entonces, ¿por qué no tener en cuenta uno?

—Ella no lo dijo, solo me dijo que uno no lo tenia en cuenta. Sin embargo me dijo que gobernaría la Iglesia por muy poco tiempo.

A la pregunta de si no lo contaba por ese motivo, Conchita dice:

—No lo sé.

Y qué viene después? 

—Ella no lo dijo.

Queda claro asi que la Virgen  dijo que, después de Juan XXIII,  habria cuatro Papas pero que uno  de ellos no lo tenía en cuanta.

Los cuatro Papas después de Juan  XXII son: Pablo VI, Juan Pablo I,  Juan Pablo 11 y Benedicto XVI.

La anécdota es rigurosamente  histérica, y no se puede tomar lo  dicho por Conchita como una  simple salida u ocurrencia de ocasión, pues lo ha repetido ella  posteriormente con toda seriedad.

Una vez el eminente profesor de  la Universidad Pontificia de Comillas, Padre Lucio Rodrigo, en  ocasión de una visita de Conchita  y su madre, preguntó a la joven si  de verdad había dicho eso; Conchita le dijo:

—Sí, padre, es verdad. Me lo dijo  la Virgen, que después de Juan XXIII,  ya sólo quedaban tres Papas, y éste  (estaba ya Pablo VI) es el primero  de los tres.

En octubre de 1966, Conchita entraría en un internado religioso de Burgos.

Tomado de:

https://issuu.com/ilcieloagarabandal/docs/n._6_cas_final_hojas_f7486036c56fb5

 

Ante esta narración sólo caben las respuestas siguientes:

- Cosas de una niña.

- Cosas de sedevacantistas manipuladores.

- Cosas de quienes tienen como dogma las apariciones en lugar de seguir a la jerarquía.

- O, si la profecía es cierta, y hay muchas posibilidades que lo sea, dada la magnitud de las pruebas dadas en Garabandal, el último papa ha sido Benedicto XVI, aunque no sería contado por la Virgen al no acabar su mandato (sin entrar nosotros a juzgar la causa o su validez). El pontífice ejerciente no sería por tanto papa según el Corazón de la Virgen, instancia suprema, aunque lo fuera con argumentos jurídicos. Precisamente papa Francisco acaba de decir el 18 de agosto pasado que la ley, los mandamientos divinos no deben ser tomados como absolutos, item más la ley eclesiástica sería también relativa. Como los mandatos de Dios son absolutos y no se los puede tomar relativamente (dictadura del relativismo humano) se sigue que tras Benedicto llega el fin de los tiempos. Aunque puedan ser nombrados eventualmente otros papas, no cabe ya que lo sean según el Corazón de la Virgen, que ha advertido del final de la histórica secuencia papal. La evidencia de las enseñanzas del pontífice ejerciente no dejan lugar ya a ninguna duda, si es que las podía haber explicablemente dado el ropaje que lleva de la Unica iglesia.

 

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