El reloj de arena ya ha dado la vuelta (San Miguel Arcángel)

 Mensaje de San Miguel Arcángel (dado en 1984)

Hasta que el Verbo no se hizo hombre, el Padre no tuvo materia, por eso los Profetas del Antiguo Testamento no le vieron. Mas después de que el Hijo de Dios tomó carne en las purísimas entrañas de María Santísima, y se hizo hombre, al Padre es fácil verlo pues quien ve al Padre ve al Hijo y quien ve al Hijo ve al Padre, pues los dos son uno sin dejar de ser dos.

El misterio de la Trinidad Divina es tan sencillo que por sencillo al hombre le es imposible de entender.

Mirad, que llega el momento en que Dios bajará a juzgar a vivos y muertos y como Juez Supremo, el Hijo tiene ese poder, y en él recae el momento decisivo de juzgar a vivos y muertos.

Esta expresión se refiere a vivos y muertos a la luz de Dios, unos estarán vivos y otros muertos a la gracia de Dios.

Como en Sodoma y Gomorra, Dios por medio de su Angel enviará avisos a los justos que en aquel momento se encuentren con vida, y una vez que se lleven a lugar seguro, entonces sí que la ira de Dios caerá sobre esta humanidad envilecida y perdida por el pecado.

Al son de la trompeta por los ángeles, bajarán y exterminarán todo lo viviente que camine sobre el mundo.

La tierra es privilegiada por Dios; en ella tiene puestos sus ojos y su deseo es salvarla, por ello la Madre de Dios Hijo, La Purísima Virgen María, camina por ella, recorriéndola y dejando tras de sí una estela de luz de amor, de paz a todos los sencillos de corazón.

¿Prodigios? No son prodigios la misma misericordia de Dios para con la Humanidad?, ¿No es un prodigio que después de muerto el Hijo saliera de su herida agua y sangre?, ¿No es un prodigio las curaciones y apariciones que la misma Madre de Dios Hijo realiza a través de la oración, penitencia, sacrificios realizados por su Hijo?.

Mirar que el tiempo se acaba, que el reloj de arena ya ha dado la vuelta, que la maldad colma ya la medida y la sangre hace tiempo se desborda y riega la Tierra.

Sangre inocente ha sido y será derramada. Yo sólo soy un mensajero de Dios, aquel que un día defendió a su Creador incluso contra aquel que pensó y creyó ser tanto como Dios, mas se olvidó que Dios ha existido y existirá siempre, que a El también le creó y que solo por la infinita bondad de su Creador sigue existiendo. Me llamo Miguel, soy Arcángel por la Gracia de Dios y tengo por reina a la misma Madre de Dios.