En infocatolica (*)se ha hecho una crítica del tema de las almas errantes propuesto por el padre Luzon en el canal de youtube Refugio Zabala, los autores son los padres Jesús Sánchez Sánchez y Jesús Mª Silva Castignani. En sustancia es correcto lo que esta crítica expone, y destacamos estos 3 puntos erróneos, a) la afirmación de que algunas almas del purgatorio pueden poseer a personas vivas, comunicándose a través de ellas, b) que algunos médiums poseen una sensibilidad espiritual especial que podría ser considerada un don de Dios y c) la afirmación de que algunas almas del purgatorio desconocen el resultado del juicio particular, como si existiera una especie de “suspensión” del juicio. Crítica en todo momento apoyada en documentos magisteriales.
Planteamos por nuestra parte que siendo ciertas las críticas, conviene explicar que lo dicho por el padre Luzón responde a graves malentendidos cuya génesis no se refleja en la crítica, porque probablemente un sacerdote no deba o no pueda ir más allá, pero que es conveniente conocer.
Las almas errantes serían almas que, tras la muerte y juicio divinos, no quieren aceptar ni la propia muerte ni el lugar al que la justicia divina los envía; no es que no sepan el juicio, lo saben pero no lo aceptan, no quieren ir a la purificación. Estas almas no son las del purgatorio, puesto que no han querido ir allí y peor aún acusan a Dios de injusto, entonces quedan vagando por este mundo, por permisión divina.
Estas almas buscan un alivio a través de los vivos, eligiendo a personas que por falsa compasión y equívoco se dejan aproximar, o incluso van en su busca porque alguien les ha dicho que están en un determinado lugar de este mundo. Las consecuencias ni qué decir tiene de esta falsa compasión son gravísimas, aunque no se trate de una posesión completa, sí producen una infestación del alma del incauto, en justo castigo por querer ir más allá de lo que le es dado conocer, o más generalmente por haber previamente desechado verdaderos instrumentos. Y llamamos instrumentos no a médiums sino a personas con experiencia mística.
Claro está el exorcista se puede llamar a engaño, incluso si no mantiene estas tesis de Luzón, hemos conocido a exorcistas que a infestados los toman por problematizados psíquicos y a problematizados como infestados.
Los instrumentos en fe y verdad, no los médiums, son importantes y no pueden ser desechados, la consecuencia es perder el sentido de lo verdadero en cuanto a manifestaciones que a priori no se sabe su verdad y confundir la acción de Dios con la del maligno y al revés.
Una persona bien formada en todo esto nunca aceptaría la continuidad de comunicación con el alma de un difunto una vez identificado que está actuando físicamente o psíquicamente a nuestro lado, y que a menudo son parientes, lo que hará es poner por ejemplo 3 misas por esa alma y despedirla sin más contemplaciones literalmente, aunque haya sido pariente muy cercano. Más allá de eso hay gran peligro, porque de alguna manera puede seguir absorbiendo a su víctima.
Que estas almas actúen llamando la atención por su situación, tiene también una funcionalidad, que es despertar a los vivos mostrarles que el mundo no es tan cerrado y seguro como ellos creen, y es cierto que estos vivos pueden no enterarse de la realidad de los fenómenos que les ocurren, y no acudir a personas con capacidad en estos temas, sino a médiums, entonces van a sufrir las consecuencias de desequilibrios grandes, sin que por supuesto psiquiatras les puedan dar una solución más allá de las píldoras o peor el ingreso en un psiquiátrico.
En suma, no hay posesión verdaderamente dicha, pero sí puede haber infestación, las almas conocen infaliblemente el juicio de Dios pero pueden no aceptarlo y quedar sin ir al purgatorio, quedando en una espera de tiempo indefinido, esos serían los verdaderos fantasmas, que tienen una función de advertencia a través de la perplejidad que causan con sus exhibiciones, no sólo sobre el que las experimenta sino sobre los que oyen hablar de ellas que así pueden entender que hay otro mundo tras éste, aunque obviamente hay que dar el paso desde la perplejidad a la fe, buscando refugio en Dios, y la Virgen y en los sacramentos. El miedo también encauza si se busca refugio, claro está.
Sobre el beato Palau de referencia por Luzón hay que tener en cuenta que si bien era ortodoxo, no lo fueron muchos de sus seguidores, como mostramos en otro artículo, en concreto sobre el famoso Mosén Jacinto Verdaguer (**)
(*) https://www.infocatolica.com/blog/notelacuenten.php/2505190616-critica-teologica-a-la-teoria
(**) https://misticaverdadera.blogspot.com/2020/10/un-exorcista-y-poeta-singular-mosen.html
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