¿Por qué dijo Jesús córtate la mano, o sácate el ojo si te escandalizan?

Recuerdo de crío que cuando oía estas palabras en el evangelio de la misa, me escandalizaba de estas palabras y otras del mismo tenor del Señor, y de alguna forma entre eso y otras razones por un tiempo me alejé de la misa. Hoy sabemos que son simbólicas, pero algún neofariseo puede preguntar por curiosidad, por qué Jesús usó estos ejemplos si van contra el quinto mandamiento.

Los de su tiempo que escuchaban a Jesús estaban acostumbrados al estilo de vívidas metáforas, comunes en el hablar oriental y entendían de simbolismo mucho mejor que nosotros, pero tampoco solían confundir metáforas con realidad, como demuestra su alejamiento cuando habló Jesús de comer su cuerpo y beber su sangre. Ahora bien esto todavía no resuelve la duda, ¿a qué se estaba refiriendo Jesús en realidad? 

Seguro que hay exégetas muy capaces de responder esto: no son las manos, o el ojo corporales a los que Jesús se refiere como los que pecan, son las manos, el ojo, los pies de nuestro interior. Por ejemplo, si ves de reojo alguna figura seductora, en la calle o en los medios y redes sociales, lo que peca es el ojo interior que le dice al exterior: sigue mirando, recréate. O la mano física es la que puede robar, pero es la mano interior conductora del deseo y codicia interior la que debe ser cortada. Es éste el ojo que hay que sacar y la mano que hay que cortar y no una vez sino las que haga falta.